​​​​​​​​El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha acogido este martes una jornada de presentación de resultados del Proyecto Impresiona​sobre el Impacto familiar, personal y profesional de la pandemia por SARS-CoV-2 en los profesionales de la salud en España​​​​, un estudio coordinado por la Unidad de Investigación en Cuidados y Servicios de Salud del ISCIII (Investén-isciii​​) y financiado por el Instituto y la Fundación BBVA. El trabajo ha analizado el impacto de la pandemia en los profesionales sanitarios. El objetivo del trabajo era medir, entre otras cuestiones, cómo afectaron el confinamiento y las medidas de aislamiento a posibles problemas de estrés, 'burnout', impacto emocional y relaciones familiares en este colectivo.​​

El estudio ha recogido datos de forma prospectiva y retrospectiva y ha realizado un seguimiento de 12 meses a más de 400 profesionales sanitarios, la mayoría enfermeras, que durante el estado de alarma (del 14 de marzo al 21 de junio de 2020) tuvieron relación contractual en instituciones sanitarias que atendían pacientes sospechosos o infectados por SARS-CoV-2, y que dieran su consentimiento informado.​ La investigación ha comparado cohortes de diferentes ámbitos y localizaciones y se ha llevado a cabo en hospitales, centros de atención primaria e instituciones sociosanitarias de las comunidades autónomas de Andalucía, Illes Balears, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunitat Valenciana, Comunidad de Madrid, País Vasco, Región de Murcia y La Rioja.

Estrés, 'burnout', emociones, resiliencia...

Los resultados señalan una mejora general en los niveles de disfuncionalidad en la vida cotidiana de los participantes desde las fases iniciales de la pandemia​, con una reducción significativa y progresiva de la sintomatología de estrés postraumático a lo largo del año de seguimiento. El apoyo familiar ha sido un factor importante en esta evolución. Por otro lado, los profesionales sanitarios vieron reducida su actividad física y mostraron un empeoramiento de la calidad de sueño, aunque no se ha observado asociación con una peor alimentación u otros hábitos no saludables. La necesidad de información sobre sus contactos habituales provocó que pasaran mucho más tiempo en las redes sociales.

El estudio revela también que afloraron sentimientos de enfado y casos con sintomatología depresiva, normalmente acompañados de una capacidad para responder al exceso de trabajo y de una voluntad de implicación para ayudar en la lucha contra la pandemia. Con respecto a los niveles de inteligencia emocional en sus tres dimensiones (atención a los sentimientos, claridad emocional y reparación en los sentimientos), las personas participantes en el estudio mostraron niveles insuficientes, y una caída de la capacidad de resiliencia que fue recuperándose según avanzaba el tiempo de estudio. ​​

Los mecanismos de afrontamiento del estrés más utilizados fueron la revalorización positiva, la focalización en la solución del problema y la búsqueda de apoyo social, es decir, mecanismos de afrontamiento positivos. Por el contrario, las estrategias de afrontamiento centradas en la emoción, incluyendo la autofocalización negativa y la expresión emocional abierta, se utilizaron con menos frecuencia. También se ha observado un aumento de los niveles de todas las subescalas de análisis utilizadas en la evaluación del denominado 'burnout' (agotamiento emocional, despersonalización y realización personal) a lo largo del periodo del seguimiento. Además, la satisfacción por compasión aumentó progresivamente según avanzaban los meses, lo que ha podido tener repercusiones favorables sobre la salud mental de los profesionales.

Participantes en la jornada

Estos resultados se han presentado en una jornada presentada por Teresa Moreno, investigadora principal del Proyecto Impresiona y directora de Investén-isciii. Beatriz Arregui, también investigadora del Proyecto, ha explicado los resultados cuantitativos, mientras que los resultados cualitativos se han presentado mediante una sesión con profesionales sanitarios fotógrafos que recogieron testimonios gráficos del trabajo durante la pandemia. En esta sesión han participado Fran Fernández, enfermero del Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez de Huelva; Monte Mora, responsable de Comunicación en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba; Javier García, del Servicio de Salud de las Islas Baleares, y Rosa Cossi, del Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez de Huelva. La jornada también ha contado con la participación de Guillermo Bargués Navarro​, enfermero y dietista-nutricionista, que ha ofrecido una conferencia sobre posibles aprendizajes de esta pandemia para mejorar la preparación para otra crisis similar, en una sesión moderada por María Ángeles García. ​​​

La jornada se ha acompañado de una exposición formada por diversas fotografías tomadas durante diversos momentos de trabajo de profesionales sanitarios durante los peores meses de la pandemia. La exposición estará hasta el 15 de enero en la sala anexa al Auditorio Ernest Lluch, en el Campus de Chamartín del Instituto.